La primera vez que un peque va a la guarde o al cole suelen generarse dudas y temores...hoy te contamos cómo utilizar el parque para facilitar ese gran cambio
El parque puede ser un simple lugar de juego o un mundo infinito de interacciones y aprendizajes. Depende de nosotros el aprovechar todo lo que un paseo puede ofrecernos.
Tanto si eres una madre con mucho apego o tienes un hijo que lo tenga hacia ti, la adaptación a la guardería suele tardar un poco más que en casos en que esa dependencia no esté tan arraigada.
Tenemos que entender que para un pequeñín al principio la única realidad que existe es que su mami "lo ha dejado" en un sitio con muchos niños (que seguramente lloran) en un lugar que no conocen y no saben qué esperar; visto así...¿quién no lloraría? Y si a esto sumamos que a algunas mamis se les escapa alguna lagrimilla cuando los dejan con la profe...peor que peor.
Es aquí donde podemos convertir tu acostumbrado paseo al parque como un ensayo tanto para el chipilín como para ti:
♥ El parque te va a permitir ir soltando a tu niño al ritmo al que se sientan cómodos. Si acostumbras a jugar muy cerquita de él, prueba ir separándote poco a poco (hasta donde la seguridad del niño no se comprometa obviamente). Así aprenderá a divertirse solo o con otros peques que le rodeen.
♥ Si se le presenta algún reto (se le cae algún juguetito, se le complica la escalada de algún mobiliario de juego, etc) dale un margen para que él solito intente salir de ese problemilla. Recuerda que en el cole no te tendrá a ti de "escolta"
♥ Seguramente habrá más niños...deja que interactúe con ellos de forma natural y espontánea, es decir, evita hacer de "traductora" o "abogada" y espera un poquito a ver si logra resolverlo solito (repito, siempre que su seguridad no se comprometa). Es normal que ocurran jaloneos por un juguete, o que varios niños quieran subir al mismo tiempo al tobogán y eso también ocurrirá en la guarde, así que si el niño ve estas cosas como naturales y no como "ataques" tenemos un bueno terreno ganado.
♥ Seguramente habrás notado que hay momentos en los que sin importar la edad los niños se concentran tanto en su juego que se olvidan de su entorno. Este es un buen momento para dar unos pasitos en reversa y darle más espacio. Cuando se de cuenta de que te has alejado las primeras veces seguramente correrá a ti, pero poco a poco se dará cuenta que está bien cuidado aún cuando el adulto lo supervisa desde cierta distancia (lo que pasará en el cole donde la profe no podrá estar al lado de cada pequeño al mismo tiempo).
Si practicas estas sencillas estrategias en tus próximas visitas al parque no solo lograrás que el entrar a la guardería o cole sea mucho más fluido para ambos, sino también habrás reforzado aspectos tan importantes para tu niño como la autoestima, la resolución de conflictos, la espera de turnos, el compartir y la independencia.
Este artículo también vale para ponerlo en práctica cada luego de las vacaciones de verano para volver a retomar el ritmo para el regreso a clases.
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