El poder del NO

Mamis, maestras, cuidadoras...¿Han pensado el alcance que un NO, un TU NO PUEDES tiene en la vida de la pequeña personita que tienen a su cargo?

A veces, más de las necesarias me atrevería a decir, usamos con gran soltura el NO para iniciar oraciones cotidianas: "No agarres eso" "No corras" "No puedes hacer eso" "Tu no sabes hacer eso" y seguro que aquí se preguntan si acaso es que tienen que permitir todo a los niños en todo momento, obviamente no, pero hay alternativas.

Está más que comprobado que los seres humanos reaccionamos mejor a estímulos positivos que negativos. Si bien es cierto que si el niño está en un peligro inminente un "NO" en voz fuerte y clara puede ser la opción más adecuada, para el resto de los momentos debemos mentalizarnos a tornar aquello que no queremos que hagan y centrar nuestra comanda a lo que SI queremos.

Así, cuando lo que quieras es decirle al peque que NO corra cambia por un "hijo, mejor camina más despacito" cuando quieres que NO toque los adornos que tienes sobre la mesa dile "Cariño, busquemos mejor un juguete tuyo, estas cosas se rompen y son peligrosas" cuando esté tratando de hacer algo de mayores en lugar de un "tu no puedes, eres muy pequeño" prueba un "Podrás hacer eso cuando crezcas un poquito más"

Parece cursi, trillado e incluso un poco complicado de implementar, pero les aseguro que vale la pena. El hecho de explicar razones en lugar de gritar "NO" le dará más seguridad, confianza, y sentirá que él es quien decidió no hacer esto o aquello basado en las recomendaciones que tu, su adulto de confianza, le  acabas de dar. Nada pierdes con probar!