Hoy en día es cada vez más común que las madres se planteen tener la ayuda de una niñera para así tener un poco de tiempo libre (ya sea para trabajo o para relajarse un poco) pero más de una mamá ha venido a preguntarme: ¿tener niñera significa ser mala madre? y es normal que ese sentimiento de culpa se apodere de ustedes, pues sus hijos son su tesoro más preciado y es difícil depositar la confianza en una desconocida sin sentir algún tipo de temor.
Es absolutamente errado eso de que para ser una mamá estrella tienes que estar a cada momento con tu peque. Lo que si, es que los momentos que pases deben ser de calidad. Aquí te dejo algunos consejitos al momento de comenzar a tener niñera:
- Busca personas con experiencia. A veces por comodidad o por razones económicas buscan a una chica que cuide al bebé y haga tareas domésticas. Les cuento que quienes hemos sido niñeras y somos maestras profesionales no tenemos como objetivo ocuparnos de la casa; estamos acostumbradas a centrar toooda nuestra atención, energía y tiempo a tu hijo. Es mejor que busques a alguien exclusivo para tu hijo y los quehaceres de la casa (en caso de no poder contratar a alguien adicional) los hagan poco a poco entre papá y mamá. Existen compañías que se encargan de conseguir personal altamente calificado, no dudes en solicitar su ayuda.
- Muéstrale la rutina habitual del bebé. Esto es esencial para que el chiquillo se adapte rápidamente y la transición sea más natural (menos llantos del bebé, menos culpa tendrás cuando tengas que dejarlo con la niñera) Cuando se incorpore tómate una semana para estar junto a ella. Explícale y muéstrale que le gusta a tu hijo y que no, ve cediendo poco a poco y ve dejando que ella culmine las tareas y así ella tendrá más seguridad cuando deba quedarse sola y tu chipilín también.
- Explícale a tu hijo. En palabras sencillas cuéntale que mami ha conseguido a una encantadora persona que ha venido a jugar con él para que se divierta mucho por un ratito. Si es muy pequeñito igual es importante que cuando te vayas te despidas; llorará las primeras veces pero luego entenderá que mami va y siempre vuelve, nunca te vayas a escondidas o le mientas, eso solo hará que sus inseguridades crezcan. Cuando te vayas y se quede llorando...¡Tranquila! recuerda que has contratado a alguien experta que sabrá qué hacer.
- Se tolerante. Es normal que a veces cometamos errores, sobretodo al principio, y es aún más normal que te sientas mal pues es tu tesoro, pero, se paciente y con firmeza y tranquilidad ve comentando aquello que quieres que tu niñera haga diferente. A veces como maestras tenemos patrones de conducta que en tu casa no quieres que se sigan de forma tan estricta; seguro que si lo hablan entre ustedes habrá un beneficio maravilloso para tu bebé.
- y por último...¡Disfruta!. Si, aprovecha ese tiempo para disfrutar la libertad de saber que tu hijo está en casita bien cuidado mientras tu puedes volver a hacer cosas que la maternidad te quitó..¡libérate de culpas!. Si vuelves feliz a casa tendrás ganas de pasar tiempo con tu hijo y ambos tendrán lo que necesitan...AMOR
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